Como antesala del mes de noviembre llega Halloween, nuestro Samaín o la noche de brujas… Una ocasión señalada para organizar escapadas, menús especiales o actividades variadas centradas en esta temática pagana. Por ello no es de extrañar, que por extensión, también vayan surgiendo iniciativas para celebrar el día de los muertos o de difuntos.
El 1 de noviembre se trata de una fecha muy significativa en nuestro calendario, una festividad con un tono más religioso, en una jornada en la que rendimos culto, homenaje o presentamos nuestro respeto a los seres queridos que ya no están entre nosotros.
Acudir al lugar en el que descansan es una visita obligada, sobre todo en lugares como Galicia, donde las tradiciones están muy arraigadas y cada familia lleva a cabo su particular ritual embelleciendo estos espacios con extremada delicadeza. Son lugares asociados al duelo y a la tristeza que provocan un gran número de desplazamientos en estas fechas, pero nuestra asistencia a ellos no solo tiene porqué tener un carácter íntimo y familiar, también podemos convertir nuestra visita en una experiencia única.
Al margen connotaciones macabras o un tanto frikis, la visita a un camposanto es una forma diferente de conocer un lugar. Son espacios ligados a la historia de cada pueblo, algunos sencillos, otros grandes y con inmensas estructuras conmemorativas, pero todos son auténticos centros de interpretación en los que acercarte a testimonios en torno a la historia del lugar y su cultura.
Son una mezcla de dos dimensiones: la material y la inmaterial. Albergan elementos paisajísticos y arquitectónicos, pero en ellos, también se refugian leyendas y memorias que narran la vida de los habitantes de cada población.
Además, en innegable, que en algunos puntos del mundo se han convertido en verdaderos santuarios de peregrinación, ya que acogen los restos de escritores, políticos, músicos u otras personalidades… Seguro que vienen a nuestra mente multitud de ejemplos de tumbas que funcionan como verdaderos focos de atracción turística, donde acuden en masa legiones de seguidores del difunto en cuestión.
Algunos de nuestros cementerios han sido además catalogados como Bienes de Interés Cultural o Monumentos Histórico Artísticos por el gran valor de los elementos arquitectónicos de estilos variados que podemos encontrar en sus mausoleos, panteones o lápidas. Sitios únicos, que han sido reconocidos e incluso incluidos por su interés turístico en la Ruta Europea de Cementerios desarrollada por la Asociación Europea de Cementerios Singulares, donde podemos encontrar 179 camposantos de 22 países.
Y es que aunque nos sorprenda el Necroturismo o Dark Tourism, como variante del turismo cultural, no es una modalidad nueva, ya que cuenta con gran aceptación en muchos países europeo y con una consagrada ruta iniciada en 2010 reconocida como Itinerario Cultural.
No se trata de ir de cementerio en cementerio y tiro porque me toca…se trata de integrar estos espacios en la planificación de nuestras escapadas, como un aspecto más por descubrir. Hoy en día, ya podemos encontrar en recomendaciones de blos, webs turísticas o en el mismísimo top ten de imprescindibles de Tripadvisor algunos cementerios que revisten un gran interés.
¿Por qué no incluirlos como un recurso turístico más del destino?
Cementerios que narran historias, en los que descansan personajes ilustres y en los que se guardan grandes secretos, ya pueden visitarse gracias a visitas guiadas organizadas, en muchas ocasiones teatralizadas. Como gran ejemplo de éxito, tenemos a Fiz de Cotobelo mostrando desde hace algunos años el camposanto de San Amaro en A Coruña, de manera gratuita y con records de visitantes. Quien haya tenido la oportunidad de realizar la visita, no podrá negar que se trata de un imprescindible para conocer la ciudad.
Además de este cementerio, referente como reclamo turístico que recomendamos encarecidamente, en Galicia contamos con otros muchos que también deberían darse a conocer como el de San Froilán en Lugo, Santa María de Dozo en Cambados, que ya podemos ver promocionado en la propuesta Cementerios Históricos de Turismo Rias Baixas, el Cementerio del fin del mundo en Finisterre, o el Cementerio de los Ingleses en Camariñas…
Pero como todo, esta particular forma de disfrutar del tiempo de ocio, también tiene sus detractores. Aquellos que ven en esta actividad una falta de respeto hacia los difuntos o que se cuestionan el peligro que pueden suponer las visitas para la conservación y preservación.
En todo caso, lo que si podemos afirmar con rotundidad, es que estamos ante una forma diferente de conocer un lugar. Y que existe una demanda de este tipo de rutas, en las que los visitantes pueden aproximarse al valor cultural de un cementerio, analizando y descubriendo diferentes elementos ligados a la historia y a la cultura y consiguiendo su puesta en valor a diferentes niveles.
Por ello, te invitamos a que con motivo del puente de Todos los Santos, aproveches alguna de las rutas diseñadas y organizadas en estos bellos y singulares espacios, en ocasiones olvidados de la ciudad.
Sin duda será una experiencia cercana a la muerte que os permitirá, partiendo siempre del respeto, su conocimiento, propiciando su difusión y la preservación de sus valores patrimoniales.
Para que los cementerios no se conviertan solo en atracción turística durante estos días…
¿Te atreves a ser necroturista?
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